El hombre, padre de cuatro hijos-nietos, violaba a sus hijas desde la pubertad

De acuerdo con el relato de la joven, la familia se compone de ocho hermanos, su madre murió hace 13 años. 

Las mujeres de la casa sufrieron terribles vejámenes, pero no fueron las únicas víctimas del acusado, que vive en una ciudad del extremo sur de la provincia. Los cuatro hijos varones fueron sometidos a terribles golpizas durante su niñez y adolescencia y los dos mayores ya abandonaron el hogar, hartos de los malos tratos recibidos. 

De acuerdo con lo que contó la jovencita, las mujeres fueron las que peor la pasaron en estos años. A medida de que iban llegando a la pubertad, su padre las llevaba a dormir a su habitación, como si hubiese reemplazado a su esposa fallecida con las niñas. 

La mayor de las hermanas pasó al dormitorio paterno a los 12 años de edad apenas su cuerpo de niña insinuaba la mujer que estaba creciendo. 

Ella fue la única que logró escapar del hogar paterno hace un año, se fue una mañana y jamás regresó a la casa que convirtió su vida en un infierno. 

A medida que las otras chicas fueron llegando a la pubertad, el hombre las llevaba a su cuarto, pero no desplazaba a la hija anterior, sino que dormía con ambas y las sometía sexualmente de manera periódica. Así fue como llegó a tener a las cuatro jóvenes durmiendo en su habitación. 

Según el relato de la jovencita, el acusado no tenía ningún problema en ejercer la violencia sobre las mujeres si no hacían lo que él les pedía. Aseguró que decenas de veces la amenazó a ella y a sus hermanas con dos armas que escondía bajo su colchón, una escopeta y un machete. 

Las chicas eran vejadas sobre una cama, sabiendo que en caso de negarse, con sólo estirar el brazo, el hombre podía terminar con sus vidas. 

La mayor de las mujeres se fue del hogar y sería una de las personas que la policía del lugar y la Justicia estaría intentando ubicar, puesto que ya rompió el cerco del terror donde su padre las tenía encerradas. 

Su testimonio sería fundamental para reunir las pruebas que la Justicia busca para poder encarcelar al acusado de haber ultrajado a sus hijas durante más de una década. 

Cabe señalar que no existe peligro de fuga con respecto al abusado, puesto que se encuentra postrado por una enfermedad muy grave.