Sentidas muestras de dolor en la comunidad santiagueña por la pérdida

Una familiar suya, dialogó con EL LIBERAL y recordó que era abogada y escribana, y que se desempeñaba como relatora de la Fiscalía General del Juzgado Federal de Santiago del Estero, lugar donde también trabajó su padre como fiscal.

Expresó que un inmenso dolor había inundado a la familia. Señaló que la mujer tenía 43 años, y que estaba atravesando un problema de salud.

Presente

La mujer estaba separada de su primer matrimonio y esperaba un hijo de una nueva relación, con un conocido comerciante local, unos veinticinco años mayor que ella.

Develó que vivía con su madre y una hermana en su casa de calle Urquiza al 100. Afirmó que el último sábado había dicho que se iba a la casa de una amiga, quien la habría estado apoyando las últimas semanas.

Aseguran que nunca sospecharon que esto podría haber sido mentira y que se haya alojado en el hotel céntrico.

La familiar señaló que desconocía por completo qué la podría haber llevado a tomar una decisión así, más aún cuando esperaba un hijo.

Pese al dolor, fue su hermano el que tuvo que reconocerla ante los policías que trabajaron en el lugar. Algunas versiones indicaban que habían encontrado un frasco de pastillas en la habitación, pero ello no pudo ser corroborado.

Por tratarse de una profesional reconocida en el medio, se registraron numerosas muestras de dolor en la comunidad santiagueña que lo hizo visible en los sentidos mensajes que le expresaron a la familia.

Igualmente, la Justicia continuaba al cierre de esta edición con las tareas investigativas, para tratar de determinar fehacientemente cómo sucedieron los hechos en la habitación que ocupó este trágico fin de semana.