Ella quiere su propio show
Charlotte Chantal Caniggia asegura sentirse bien en el país y que se quedaría si se dan las condiciones para tener programa propio. ¿Tiene pasta de diva?
Charlotte Chantal Caniggia pone de los pelos a los que le cuentan las costillas a Showmatch y se crispan ante los vaivenes de Bailando por un sueño. La hija del fabuloso Claudio Paul Caniggia y de la ultra frívola Mariana Nannis, de tan sólo 19, se debate entre la timidez y el corte de rostro cada vez que interactúa con Tinelli, pero no tiene dramas en blanquear su condición de party animal cuando el concurso de baile se sale de carriles, se desnaturaliza. Y la pifia fiero cuando se le consulta sobre Argentina, su país de nacimiento al que, hasta aquí, visitaba muy de vez en cuando por residir en Marbella.
A ese perfil, claro, le faltan la adoración por las marcas inculcada por mamá (Christian Louboutin, Hermés y Louis Vuitton), un absoluto desinterés por cumplir con el ritmo televisivo y, hay que admitirlo, un aura de ícono de algo difícil de precisar. ¿De la moda? ¿De la invención en algo desde la nada misma? Vale hojear la revista Gentey ver los close up a sus distintos looks. Se percibe una diva ahí, por más que nos caiga mal o suene a derrota cultural eso de "Soy Charlotte Caniggia, no hago nada y me gusta bañarme en yampein".
Después de todo, en el entretenimiento se imponen extrañas fuerzas a la hora de canonizar a alguien. Y así, la "nadez" de Charlotte puede pagar más que el "pispiretismo" en boga que las tiene desreguladas a modelos devenidas en conductoras como Sofía Zamolo y Zaira Nara.
Mientras debatimos qué tiene ella si es que algo tiene, VOS la llama en la antesala del Showmatch del lunes. Su agente de prensa, con una amabilidad que escasea, por caso, en el mundillo del rock, ilustra que a Charlotte "la están produciendo" y que hay margen para un cuestionario breve. Con esa limitación se acrecienta la sospecha que habrá que sacar agua de las piedras, pero no, Charlotte es amabilísima y se predispone de la mejor forma, por más que no tenga idea de que aquí, en Córdoba, resulta más tentador el fernet shower que otra cosa.
"Yo estoy bien, disfrutando el momento", ensaya en el arranque de la charla en la que confiesa que nunca imaginó generar tanto revuelo. "Vine sólo a bailar y se generó todo esto qué es difícil de definir -añade_. Yo siento que la gente me quiere, que la pasa bien conmigo. Vine a trabajar aquí porque se lo propusieron a mamá y, como a ella no le gusta bailar, me preguntó si me apetecía. Y aquí estoy".
-Este puede ser un trampolín. ¿Qué imaginás para el futuro?
-Nunca se sabe qué te tiene reservado la vida. De la vida siempre surgen cosas y yo me preparo para recibirlas de la mejor manera. Sé aprovechar las oportunidades y sólo me pongo a esperar que vengan.
-¿Cuál es la máxima aspiración? ¿No te tienta ser actriz?
-Si me ofrecen trabajar de tal, lo afrontaría. Pero si me preguntás qué es lo que más gustaría, te diría que tener mi propio show. No lo dudo, a la gente le gustaría. Veré qué tan buena es la oportunidad que me ofrecen... Si es que finalmente me la ofrecen, claro.
-¿Qué dirías que es lo tuyo?
-Me gusta la moda y sueño con estudiar diseño en Londres, supongo que algún día lo haré. También la paso bien modelando, ya sea haciendo photo shootings o pasarela.
-Si ese show televisivo se da, ¿disfrutarías de vivir en Argentina?
-Me gusta mucho Argentina, me estoy acostumbrando al país, a mi país, está buenísimo. Pero tengo mi casa y mis amistades allá, en Marbella. Si tuviera mi show y estuviera satisfecha con él, viviría aquí sin ningún problema. En la vida surgen imprevistos, y haré lo que tenga que hacer según las propuestas que se presenten. Vine en la búsqueda de oportunidades. Si se da vivir aquí, tendré que vivir aquí. Me gusta estar acá. Caso contrario, ya me hubiera ido.
-Para algunos sos demasiado frívola, para otros tenés aura. ¿Te sentís icónica?
-Mucha gente me trata de ícono. No sabría qué decirte. Yo estoy feliz con lo que le produzco a la gente. Me gusta agradarle.
Charlotte Chantal luce como una niña rica malcriada por su madre, una Nannis formateada por el espíritu consumista y desideologizado de los '90. Pero también tiene tallados en su rostro los gestos de su padre, a quien el pueblo futbolero le debe unas cuantas alegrías. ¿Qué dirá él de su niña puesta a arder en la hoguera de las vanidades de Showmatch? "Yo le cuento a papá todo lo que vivo -revela Charlotte-. Hablo con él regularmente y está tranquilo porque sabe que hago algo que me gusta. Yo sólo busco mis propias experiencias de vida. Y él me respalda siempre".
Fuente: lavoz.com.ar
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