Un informe elaborado en 2008 advirtió que los osos polares del zoo corrían peligro
La Auditoría General de la Ciudad había realizado un crítico informe hace cuatro años, donde advertía que las condiciones no eran las ideales para mantener a esa especie.Hoy murió Winner, el último que quedaba en el lugar
Un informe de la Auditoría General de la Ciudad advirtió en 2008 que los osos polares del zoológico porteño corrían peligro.
Infobae accedió al documento "Proyecto: 4.07.08 Concesión de ocupación, uso y explotación de espacios de uso público. Jardín Zoológico", aprobado por la AGCBA que aclaraba, en forma especial, la situación que vivían dentro del establecimiento este tipo de animales.
"En el caso del oso polar, el recinto no posee las condiciones de temperatura adecuadas para su vida. Estanque y hábitat carecen de climatización, una falencia que otros zoos –Londres, Barcelona– han solucionado con equipos acondicionadores e incluso con nieve artificial. El Zoo, en el caso, ha incumplido con su propia propuesta plasmada en el PBCP, donde aseveraba que equipararía el recinto con aparatos de climatización. Si bien existieron proyectos para ello, hasta la fecha de cierre de las tareas de campo no se habían concretado", dice parte del informe de más de cien páginas, que fue girado a todas las autoridades de la ciudad.
Este medio confirmó que la evaluación fue realizada por un equipo interdisciplinarionario."Hubo alertas que no fueron escuchadas", explicó a Infobae la auditora, Paula Oliveto Lago.
"Nuestros informes tienen dos caminos. Primero se le informa al Ejecutivo, al jefe de Gabinete y al responsable del área. En ese momento también se lo elevamos al ministro de Hacienda, Néstor Grindetti", aclaró Oliveto. "Todos los legisladores fueron informados, nadie puede decir que no lo sabía", sentenció en diálogo con Infobae.
"Controlar los aspectos legales, técnicos y financieros del contrato para la concesión del espacio público" fue uno de los objetivos de la auditoría.
El informe también puso una señal de alerta en el resto de los animales. "Si bien las condiciones de habitabilidad de la colección se ven fuertemente limitadas por la disponibilidad espacial, algunos animales se alojan en espacios exiguos –lobos marinos, orangután, ocelote, gato montés–, en recintos pasibles de mejoras y que, sumado a una baja tasa de nacimientos, refleja que las condiciones de tenencia de algunos individuos no son las más aceptables", aclara el documento, que también fue muy crítico con el cuidado y seguimiento del estado de salud de los animales, algo que no se cumplía.
"No existen análisis sobre la alimentación impartida a los animales del Zoo. No existen datos confiables –fibra bruta, proteínas, palatabilidad, cantidad de materia fecal, etc.– que asistan a determinar una adecuada nutrición. Esta se basa en un equilibrio entre aportes y requerimientos, en estudios para determinar las necesidades o exigencias calóricas de las especies. Controles que el Zoo no efectúa, como tampoco relación entre calcio y fósforo; proteínas digeribles; vitaminas, minerales, microelementos, etc.", concluye el lapidario informe
Fuente: infobae.com
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