Tragedia en el rally de Ojo de Agua: murió el copiloto Martín Copello

Cumplida la primera pasada sin problemas, en la segunda sobrevino lo peor. El auto comenzó a dar varios tumbos en una curva hasta quedar literalmente de espaldas lo que dificultó la tarea de ambos corredores de escapar de las llamas que se propagaron inmediatamente en toda la carrocería del vehículo que competía en la categoría N1. 

Bonacina fue el que logró zafar de la incómoda situación, pero sus intentos por salvar a su compañero que quedó atrapado en su habitáculo fueron vanos. 

El conductor sufrió golpes producto del vuelco y serias quemaduras en algunas partes de su cuepo, con los brazos y el rostro como los más afectados por las llamas. 

En el lugar del accidente se vivieron momentos de mucha angustia y tensión, puesto que al momento de producirse el vuelco, el auto quedó de espaldas y con las llamas muy avivadas que impidieron el trabajo sobre todo de algunas personas que seguían la competencia al borde del circuito. 

La labor de extinguir el fuego llevó a los organizadores cerca de un par de horas. 

Una ambulancia se encargó de trasladar a Bonacina hasta el hospital de Ojo de Agua para sus primeras atenciones dado a que las quemaduras en su cuerpo lo habían afectado seriamente. 

Una vez revisado en el centro asistencial, por sugerencia de la familia, el piloto fue trasladado hasta el Hospital Regional Dr. Ramón Carrillo de la ciudad capital donde permaneció a la espera de una segunda atención.