Falleció el obrero al que le cayó un ladrillo en la cabeza

El accidente que tuvo un desenlace mortal se produjo en la mañana del viernes 5 de abril, cuando la víctima y su ayudante, Diego Landriel (26), estaban terminando un pozo de agua en la estancia La Victoria, distante seis kilómetros de la localidad de Vilelas en el departamento Juan Felipe Ibarra.

Ambos jornaleros habían sido contratados para hacer ese trabajo en el establecimiento rural y se encontraban en los últimos tramos de su labor cuando ocurrió la tragedia que finalmente le costó la vida a la víctima.

Según contó Landriel al personal policial, habían sobrado ladrillos que se usaron para apuntalar la perforación, por lo que Autalán los colocó en un balde y le pidió a su colaborador que los elevara hasta la superficie.

Cuando estaba por llegar a la boca del pozo, uno de los ladrillos salió del recipiente para caer justamente sobre la cabeza del obrero, quien no tenía colocada protección alguna.

El golpe fue tan violento, pues el objeto recorrió unos veinte metros en caída libre, que le provocó fractura de cráneo y pérdida parcial de masa encefálica.

Además de asistirlo por el golpe, uno de los principales problemas fue sacar a la víctima del pozo donde estaba. Había perdido la conciencia por lo que otro trabajador tuvo que ingresar en el lugar para llevarlo hasta la superficie, donde recién se dieron cuenta de la gravedad de la lesión que presentaba.

Una vez que el herido fue rescatado del fondo de la excavación, se lo trasladó hacia el Hospital Zonal de Quimilí, donde debido a la gravedad de la lesión del paciente, se decidió su urgente traslado hacia el Regional de esta capital.

Desde el primer momento en que ingresó a la guardia del nosocomio, lo hizo en estado crítico, que no pudo superar pese al esfuerzo de los profesionales que lo asistieron.