La barra de Boca promociona empresas con banderas en la hinchada
La "12" recibe dinero de diferentes compañías para publicitar su marca en la tribuna. Las banderas con las marcas se transformaron en uno de los ingresos más jugosos que tiene la peligrosa barra
Las barras viven por el dinero que genera los negocios donde participan. Reciben billetes de los trapitos, los puestos de venta de comida, la reventa de entradas y la venta de merchandising trucho, entre otras ganancias que derivan de la ilegalidad.
Desde hace un tiempo la “12” encontró un nuevo negocio. La barra recibe dinero a cambio de poner en la tribuna banderas con la marca de una empresa. Ese es el caso de Alimac, una empresa de venta y distribución de consolas de video. Con los colores azul y amarillo, para no desentonar con el resto de las banderas, el “trapo” que dice alimac.com.ar está entre los intocables dentro de la tribuna.
Un informe hecho por el diario Clarín revela el nuevo ingreso de la barra que hoy conducen el “loco” Luis Arrieta y Fido Debaux, ante la ausencia de Mauro Martín, preso, y Maximiliano Mazzaro, prófugo. La noticia podría haber sido desmentida por las autoridades de la empresa, pero lejos de eso estuvieron las declaraciones de uno de los gerentes de Alimac.
“Es sólo publicidad. No estamos financiando a los violentos como si lo hace otra gente ni es un negocio tan grande como el que tienen con políticos o con las concesiones en el club”, declaró uno de los gerentes, confirmando la relación entre la empresa y los violentos.
Otro gerente fue más claro con el negocio que entabla la empresa con la “12”.“Publicitariamente sirve. La televisión enfoca cinco o seis veces por partido a la popular. Y cada vez que la muestran aparece el nombre de la empresa”, sostuvo.
Otro ejemplo es el del Shopping Las Toscas Canning, que también tuvo su publicidad en la barra. Desde el 2009 en adelante las tribunas comenzaron a mostrar mensajes políticos. Las banderas contra el Grupo Clarín fueron las más distinguidas en las hinchadas de Boca y River. Pero también estuvieron las asociadas al kirchnerismo.
Los barras se prestan al mejor postor y en ese negocio ya no importa lo que hagan los violentos antes, durante o después de los partidos de fútbol. La publicidad está expuesta ante las cámaras. Todos ganan. El nombre de la empresa es visto por millones de televidentes y la barra se queda con una recaudación importante que llena sus bolsillos y agranda el negocio.
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