Sujeto de 28 años tuvo un romance y embarazó a una menor de 13 años

Allí radica el aspecto shockeante y complejo para la investigación que impulsa el juez bandeño, Marcelo Bernasconi, señalaron voceros en la causa.

Todo se originó hace más de un año, cuando la jovencita dejó asomarse una incipiente panza, la cual subrayó una relación que era mantenida oculta con un hombre de 28 años.

Presentaciones

Al poco tiempo, el embarazo de la menor alertó a la policía y, por ende, a la Justicia.

Cuando la adolescente fue conducida ante las autoridades habría negado todo abuso; es más, habría resaltado que ella era novia del sujeto, aún pese a sus 13 años y él, 28.

En cuanto a éste, la actitud de la jovencita pese a darle tenue respiro, legalmente poco pareció oxigenarle: las leyes son claras. El consentimiento de una menor de 15 años carece de relevancia ante la Justicia.

El personaje fue imputado y obviamente el romance tuvo una tercera en discordia: la ley.

Durante el embarazo, la Justicia siguió de cerca el proceso en la adolescente y dejó en suspenso análisis médicos trascendentes, como ser un eventual ADN, según trascendió.

Nacimiento

Superados los nueve meses de espera, Bernasconi ya estaría en condiciones de proseguir con la investigación, destacaron sus colaboradores.

Trascendió que el bebé nació hace pocas semanas, por lo cual dispuso que la flamante mamá fuera sometida a Cámara Gesell.

En efecto, el procedimiento fue cumplido en la víspera en los tribunales capitalinos, ante el juez, abogados, psicólogos y expertos en el área.

Sumamente sensibilizada, la menor habría relatado a los profesionales cómo fue seducida, enamorada e iniciado su relación con el individuo, tiempo atrás.

También habría enfatizado que nadie la obligó a nada y que su “pareja” la cuidó siempre.

De ahora en más, Bernasconi tiene una misión sumamente especial: imponer un predominio de la ley, por encima de lo emocional y hasta cultural.

Indagatoria

Un estrecho colaborador del funcionario anoche adelantó que la menor recibirá contención por parte de los técnicos de la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf).

Éstos trabajarán con el aspecto anímico, también con la familia, y cerciorándose de que la pequeña tenga alimentación y protección. 

En cuanto al hombre, éste sería indagado y nadie descarta que la investigación incluya análisis de ADN, resaltaron las fuentes judiciales.

El ADN es la prueba más contundente que la ciencia provee hoy a la Justicia, ya que confirma en un 99,9% la paternidad, o no.

Oficializados los resultados, el magistrado estará en condiciones de resolver el futuro del personaje, profundizaron los voceros.

Sea cual fuere el desenlace, se intuye que los asistentes no dejarán sola a la menor, ya que debe asumir nuevos roles y responsabilidades.