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El hecho de sangre en Ojo de Agua develó un tórrido romance entre el yerno y la suegra

diario sud | 3.11.13 | 0 comentarios

Numerosos testimonios y las pericias en los cadáveres revelaron fuertes indicios de que el hombre que mató a la mujer y luego se quitó la vida habrían sido amantes. Secuestran celulares para reconstruir los últimos días de las víctimas.


 Un presunto apasionado romance entre un yerno y su suegra habría decantado en una tragedia en una zona rural próxima a Ojo de Agua, donde el joven ultimó a la mujer de tres certeros disparos de escopeta y luego se quitó la vida colgándose a un árbol. 
Allí se sostiene la hipótesis más firme que anoche guiaba al juez Darío Alarcón y a la policía de Ojo de Agua, ante el presunto ‘amor’ entre Osvaldo Enrique Crespín, de 23 años, que terminó en un hecho de sangre al ejecutar a Valle del Luján Bustamante, de 48. 
De acuerdo con el proceso, desde hace varios meses el yerno y la suegra habrían iniciado una relación, pasando a un plano secundario el vínculo que éste tenía con la hija de la mujer. 
Pueblo chico 
Sin embargo, a tanto se habrían acentuado los rumores que la joven terminó descubriendo que madre y pareja eran amantes, precisaron anoche fuentes ligadas al entorno de las víctimas. 
Imposibilitada de reconciliarse o reconstruir lo dañado, la semana pasada la joven abandonó a Crespín: éste no habría perseverado mucho en evitar la ruptura y, en cambio, se habría esmerado en fortalecer lo suyo con su suegra, ahondaron los voceros. 
Como prosiguió la misteriosa historia, implica un enigma. 
Sí se sabe que en la antevíspera, yerno y suegra habrían coincidido en encontrarse en un establecimiento rural ubicado en el paraje La Cruz, distante a 12 kilómetros al sur por la ruta nacional Nº 9. 
Desastre 
Hasta allí, la “pareja” habría arribado con un niño de cuatro años, hijo de una nuera fallecida de Bustamante, explicaron fuentes cercanas a la investigación. 
En un momento dado, el niño se habría trasladado al monte a jugar. 
En ese instante, habría estallado una discusión y pelea entre el yerno y la suegra. 
Pese a que los policías desconocen las motivaciones, presumen que hubo trompadas y rasguños. 
Primero, la pareja se habría trenzado a los golpes fuera de la vivienda. 
En la entrada había sangre; también en el comedor y en el piso. 
Por ende, para los expertos hubo tres tiros de escopeta: dos en el brazo izquierdo de Bustamante y un tercero, en la nuca. 
Éste habría partido cuando la mujer ya se encontraba reducida y en el piso, se intuye. 
Encrucijada 
Cuan rompecabezas judicial, una vez consumada la tragedia, el yerno partió hacia el monte y se colgó con una soga (a un árbol), a pocos metros del inmueble. 
Fue el niño -desesperado- quien pidió auxilio, al escuchar los gritos, subrayaron las fuentes. 
Cuando arribaron los policías, la mujer yacía en u charco sangre. 
Por disposición del juez Darío Alarcón, los expertos realizaron un hisopado vaginal, a fin de que ahora los bioquímicos hagan un análisis, a fin de verificar si hubo actividad sexual. 
En forma simultánea, la policía secuestró dos celulares, aparatos que los profesionales especializados se aprestan a estudiar, en busca de llamados o sms que conduzcan a esclarecer la historia. 
Se sabe que los celulares guardan parte de muchos secretos atesorados por las personas y, en este caso, los investigadores asumen que no será una excepción a la regla general. 
Alarcón anoche señaló que hay que esperar para conocer el porqué de la tragedia, pero reconoció que prevalece la hipótesis de un crimen “pasional”. 
El funcionario ordenó que se realice una autopsia a los restos del yerno, no así a la suegra, ante lo evidente de su triste fin.


Fuente: elliberal.com.ar

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