Un año con sabor amargo para el Barcelona

El final de 2012 encuentra a un Barça con la Liga casi en el bolsillo, un Lionel Messi récord y una filosofía del juego que da sensación de ser inalterable pese a los cambios de timón en el barco. Pero la recaída en la salud de Tito Vilanova, el heredero de Pep Guardiola, alteró la calma antes de Navidad y recordó que en las mejores familias también existen los problemas. Chelsea y Real Madrid se lo habían hecho saber en el primer semestre.

El emblemático caso de Éric Abidal sacudió la tranquilidad en marzo, cuando el defensor francés confesó a sus compañeros que finalmente debería ser sometido a un trasplante de hígado.

Luego de que le extirparan un tumor en 2011, el defensor regresó al quirófano y salió con éxito de su segunda operación. Después de someterse a un riguroso trabajo de recuperación, estará en condiciones de retornar en 2013. Todo un ejemplo de vida.

En lo futbolístico, con una sola semana de diferencia, el conjunto blaugrana sufrió la eliminación más dura de la era Guardiola en las semifinales de la Champions League y perdió la Liga Española a manos de un contundente Real Madrid. Lionel Messi malogró un penal que llevaba al Barcelona a la final de Londres y Fernando Torres enmudeció Camp Nou con un gol que rubricó la clasificación del Chelsea.

Los 100 puntos conseguidos por el Real Madrid, con 125 goles a favor, fueron imposibles de alcanzar para un equipo culé que venía de ganar las últimas tres temporadas y se rindió antes de tiempo.

El equipo de Mourinho reivindicó su supremacía de la primera parte del año tras quedarse con la Supercopa de España. En Cataluña, el derby quedó en manos del Barça (3-2). Y en Bernabéu, el "Merengue" se consagró con un sufrido triunfo (2-1).

La Copa del Rey sirvió como consuelo para un equipo empachado por el éxito desde 2009. Fue el último título del ciclo Guardiola, el 14º de una época excitante para la institución culé. La pérdida de Pep era un hecho, estaba vacío y decidido a descansar.

Su prioridad era refugiarse en su familia, lejos de los afectos catalanes, y prepararse para un próximo gran reto como entrenador. El 3-0 ante el Athletic de Marcelo Bielsasirvió como una honorable despedida.

Tito Vilanova, ayudante de campo de Guardiola, asumió el desafío de quedar como máximo responsable de un grupo plagado de talento y, pese a la caída en la Supercopa española, potenció un poco más a Messi y logró un récord inédito (16 triunfos y un empate en los primeros 17 juegos de Liga). Pero la salud le jugó una mala pasada.

Curiosamente, el día que Abidal regresó a la práctica con el primer equipo, Vilanova comunicó a su plantilla que estaría un tiempo apartado de los entrenamientos por la reaparición de su cáncer y el sometimiento a una nueva operación.

Se desdibujaron las sonrisas y comenzaron las muestras de apoyo al entrenador. El primer partido sin él fue triunfo frente al Valladolid y el vestuario hizo un juramento: dedicarle nuevos triunfos a "Tito". El hambre sigue intacta, los golpes sirvieron para la madurez de un equipo que pretende no dormirse en 2013 y sueña con alzar nuevos trofeos. 

Fuente: infobae.com