La importancia de jugar con los hijos

Resulta que una tarde, que ya tenía la cena lista, mis hijos ya habían hecho todas sus tareas y ese día no teníamos ninguna actividad extra-escolar, tuve el sorpresivo chance de ponerme a jugar con ellos en el sótano, armando unas torres de lego. Para ellos fue tan importante que desde ese día me he propuesto dedicarles al menos 15 minutos diarios para jugar.

El día a día, en nuestra agenda nos deja poco tiempo para dedicarles especial atención y estimulación a nuestros hijos. Sé perfectamente que es muy difícil, especialmente para las madres y padres que trabajan "fuera de la casa", conseguir un chance en el día y dedicarle un poco de tiempo para jugar con sus hijos, es a veces, imposible. 

Conozco muchos padres que debido a lo exigente de sus trabajos, el largo "commute" que deben recorrer para ir a sus oficinas y casas, no les permiten ver ni compartir con sus hijos en los días entre semana. "Hay veces, que pasan más de 4 días seguidos sin poder ver a mis hijos, salgo antes de las 6 am en tren para ir a New York y cuando regreso a las 8 pm, ya están dormidos", así me lo aseguró Arturo Peña. 

Pero resulta que el "jugar con nuestros hijos" es tan importante como alimentarlos, así que sí estamos muy preocupados para que coman sano y saludable, y pendientes de que no coman muchas grasas ni comida chatarras, pues también hay que estar atentos de jugar con ellos; ya que el juego, es clave en el desarrollo de nuestros hijos.

Un informe de la Academia Americana de Pediatría (AAP) publicado por www.educared.net., destaca que el juego permite a los niños expresar su creatividad y desarrollar su imaginación, su destreza manual y sus aptitudes físicas, cognitivas y emocionales, por lo que es importante para el desarrollo saludable del cerebro.

* El juego nos relaja, hace sentirnos libres, auténticos y espontáneos.

* Favorece el encuentro, la unión familiar, la comunicación, la confianza y el afecto entre los miembros.

* Ayuda a construir una relación familiar sólida y duradera.

Desarrolla la autoestima de nuestros hijos, ya que sentirán que como padres dedicamos tiempo para divertirnos juntos.

Para finalizar, estudios han señalado, que si en la familia se crea la base de compartir las comidas en la mesa, y tener como hábito juegos familiares, se logra una mejor calidad de interrelación con nuestros hijos y esto pudiera ayudar a ser menos dramática la etapa de la adolescencia.